El artículo que os presentamos hoy está escrito por una de nuestras socias Rosa María López Dólera. Se trata de un artículo de alta calidad sobre la autopsia psicológica, un tema que quizás sea desconocido por muchos de vosotros. Veamos pues en qué consiste. 

LA AUTOPSIA PSICOLÓGICA COMO INSTRUMENTO DE PERFILACIÓN CRIMINAL Y VICTIMOLÓGICA

Por Rosa M. López Dólera
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Resumen

La autopsia psicológica es un procedimiento de evaluación forense que se nutre de los conocimientos procedentes de la psicología, la criminología y la victimología, así como de ciertas especialidades de la medicina y la sociología. Su objetivo principal es el esclarecimiento de muertes de origen dudoso a través del examen de las circunstancias subyacentes al fallecimiento de la víctima, el estudio de los mecanismos que ocasionaron la mente y la valoración de la voluntad de su presunto autor.

Es un procedimiento ampliamente reconocido en Latinoamérica para la investigación criminal de suicidios de etiología ambigua, si bien su empleo todavía se encuentra limitado en España.

Sus informes se dirigen a ofrecer al juez una mejor comprensión de los hechos acontecidos, así como asistirle para que disponga de la mayor información posible, con objeto de que adopte las medidas idóneas en el caso que está siendo considerado.

El presente artículo pretende realizar una revisión bibliográfica sobre la literatura existente acerca de la aplicabilidad y validez de la autopsia psicológica, no sólo para revelar datos acerca de la víctima, sino también del victimario.

Los resultados de nuestra revisión hacen notar la necesidad de su implantación en el sistema jurídico español como una prueba pericial psicológica con entidad propia, ya que este instrumento aporta datos empíricos sobre el estudio subjetivo del sujeto activo (o pasivo) del delito, que no son accesibles a través de la aplicación de otras herramientas forenses.

La importancia de esta herramienta radica, por tanto, en que la correcta investigación de un delito, no sólo requiere el esclarecimiento de los mecanismos implicados en el mismo, sino también la valoración de las motivaciones y factores intrínsecos a su comisión, a fin de determinar si los mismos resultan con la acción cometida.

 1. Definición

La autopsia psicológica es una técnica que permite la exploración retrospectiva e indirecta de la personalidad de la vida de una persona ya fallecida. Se trata de hacer una evaluación, después de la muerte, de cómo era la víctima en vida, su comportamiento y estado mental, tras una reconstrucción social, psicológica y biológica post mortem (Nuñez de Arco, 2001).

Esta técnica está basada en los métodos de investigación psicológica y criminalística, ya que, por un lado, usa las entrevistas de psicología clínica y social y, por otro, la técnica de investigación de la escena de los hechos, de forma abierta, a partir del cadáver en el lugar de la escena de los hechos, usada en criminalística.

 2. Ámbito de aplicación

A la autopsia psicológica se recurre cuando no está clara la causa de la muerte de un sujeto (Aso y cols., 1998).

Desde el punto de vista forense, legalmente hay tres tipos de muerte:

  • Violenta: la vida cesa de forma no natural, debido a un proceso exógeno al sujeto.
  • Natural: resultado final de un proceso morboso o patológico.
  • Sospechosa de criminalidad: se duda si la muerte ha sido provocada por una causa criminal.

Su mayor aplicación se ha dado en el estudio del suicidio, permitiendo esclarecer un perfil de riesgo suicida y la posibilidad de orientar políticas de intervención y prevención.

Logra esclarecer el círculo de sospechosos en los homicidios de autor desconocido. Al caracterizar a la víctima con sus conflictos motivacionales y estilos de vida, se ofrece a los investigadores elementos de probabilidad en cuanto a posibles autores que tendrían interés en vincularse a este tipo de persona.

Se recomienda el trabajo de un equipo multidisciplinar, compuesto por médicos, criminólogos, abogados, policías, psiquiatras y psicólogos forenses.

3. Historia

Encontramos dos corrientes en la aparición de la autopsia psicológica:

1) Surgimiento en los años 30 para dar respuesta a una oleada de suicidios ocurridos en Nueva York a consecuencia de la crisis del 29.

2) Aparición en los años 50 en Estados Unidos, a través de un estudio de fallecimientos producidos por consumo de drogas.

Tabla 1. Hitos en el uso de la autopsia psicológica

1920

París. Inicios de aplicación del proceso.

1930

Nueva York, Universidad de Washington en San Luis, EE.UU. Primer estudio europeo de autopsia psicológica (Barraclough).

1947 La Habana. Jack Lester Mee lo aplica a casos de muertes dudosas.
1956-1957 Robert Litman y Edwin Schneidman, Centro de Prevención de Suicidio de Los Ángeles.
1961 Robert Litman crea la primera guía.
1966-1969 Inglaterra, oeste de Sussex y Portsmouth. Examinan 100 casos de suicidio.
1980 Asociación Médica Americana se interesa por la alta tasa de suicidios.
1983 México. Psiquiatras validan un método con estudio de casos.
1995 Colombia. Tesis e incursiones.
1997 Chile (Escuela de carabineros) y Honduras (investigadores criminales) empiezan a usarlo.
1999 Cuba. Teresa García crea el MAPI.

Actualidad

Aplicación de la autopsia psicológica en países de Latinoamérica

Fuente: Mosquera, 2012

4. Objetivos

Según Ebert (1991), los principales objetivos de la autopsia psicológica son:

  • Determinar la manera de la muerte en casos dudosos, siguiendo las siglas NASH: natural, accidental, suicidio u homicidio.
  • Averiguar el momento y el tiempo en el que se produjo la muerte.
  • Obtener información suficiente para evaluar los datos obtenidos de diversos intentos de suicidio, para prevenir dichos intentos y su letalidad.
  • Realización de entrevista (de 1 a 6 meses tras el deceso) e investigación de la muerte.

5. Fuentes de información

Las más relevantes son:

  • Testimonios de terceros (parientes, convivientes, allegados o médicos).
  • Documentación disponible (historia clínica, expedientes judiciales, cartas, diarios, etc.).
  • Entrevista (permite la recogida de información mediante una evaluación indirecta)

Algunas de las dimensiones a explorar en la entrevista son:

  • Información sobre la víctima (edad, domicilio, estado civil, ideología religiosa, etc.).
  • Detalles de la muerte.
  • Resumen de su historia (hermanos, enfermedades, tratamientos médicos, etc.).
  • Historias de muerte familiar.
  • Descripción de su personalidad y estilo de vida.
  • Relaciones interpersonales.
  • Consumo de alcohol o drogas.

6. Modelo de autopsia psicológica integrada (MAPI)

A pesar de que existen varios modelos para hacer una autopsia psicológica, en Cuba, la Dra. Teresa García Pérez, creó en 1999 el MAPI.

Es un método estructurado y sistematizado para llevar a cabo una autopsia psicológica. Permite realizar un diagnóstico pericial acertado en víctimas de suicidio, homicidio o accidentes.

Como objetivo principal pretende determinar:

  • Factores de riesgo suicida.
  • Estilo de vida de la víctima.
  • Estado mental en el momento de la muerte.
  • Áreas de conflicto.
  • Perfil de personalidad.
  • Señales de aviso pre suicida.
  • Existencia de estado pre suicida.

El MAPI consta de tres etapas:

  1. Examen del lugar de los hechos.
  2. Entrevista a tres familiares, convivientes o allegados.
  3. Discusión entre investigadores y profesionales.

7. Utilidad en la perfilación criminal y victimológica

El perfil criminológico es una estimación de las características biográficas y del estilo de vida del criminal no identificado (Garrido, 2001).

La perfilación criminal es la descripción, explicación y predicción de las características sociodemográficas, criminológicas y psicológicas de las personas que han cometido algún delito, además de incluir un análisis de semejanzas y diferencias entre agresores que cometen un mismo tipo de delito (Esbec, 2000).

Es importante en el estudio de crímenes violentos o seriales con posibilidad de que se vuelvan a repetir los hechos (homicidios, violaciones…).

Cuando el homicidio es perpetrado por un desconocido para la víctima, el perfil del autor de los asesinatos ayuda a determinar si es un asesino en serie o asesinos inconexos.

Para desarrollar un perfil criminal, se analiza y evalúa la escena del crimen, el perfil geográfico, modus operandi y firma del asesino.

La perfilación comienza en los años 70 en el FBI, como técnica para describir el comportamiento y las características del autor de un crimen y para estructurar y comprender la personalidad de determinados criminales.

La principal diferencia entre la perfilación y la autopsia psicológica es que los perfiles criminales ponen el foco de atención en el victimario y no en la víctima en sí misma, como hace la autopsia psicológica.

8. Relación entre autopsia y perfilación

Gracias a la prueba de la autopsia psicológica, se aborda la determinación del perfil del homicida cuando hablamos de muertes por homicidio.

En investigación criminal y en el ámbito de la victimología, se integra en la línea de reunir todos aquellos indicadores que permitan establecer el perfil de la persona que ha cometido el crimen, en caso de que haya sido consumado (autopsia psicológica), o de la persona que pueda estar en disposición de cometerlo (perfilación).

Según Urra (2002), “las víctimas se vinculan víctima-verdugo, por lo que, conociendo el perfil, estilo de vida, intereses, motivaciones y conflictos de la víctima, podemos aproximarnos a la mentalidad del homicida”.

Se estrecha así el círculo de sospechosos, creando un perfil de la víctima y bases de datos, que comparan si hay homicidas reseñados, cuyas víctimas encajen en dicho perfil.

9. Conclusiones

En España no se utiliza la autopsia psicológica, debido principalmente a:

  • Falta de especialización a nivel teórico y metodológico del psicólogo en este área.
  • Falta de instrumentos validados.
  • Escasa literatura en nuestro país.

A pesar de ello, según los datos del INE (2013), por cada mil fallecidos, más del 71% lo son por causas dudosas.

Tabla 2. Distribución de la mortalidad por causas

Defunciones según la causa de muerte (todas las edades) Ambos sexos Varones Mujeres
Síntomas, signos, hallazgos normales, no clasificados en otra parte. 28,3 12,4 15,9
Paro cardiaco, muerte sin asistencia y causa desconocida de mortalidad 13,4 6,7 6,7
Senilidad 7,4 1,8 5,5
Muerte súbita infantil 0,2 0,1 0
Resto de síntomas, no clasificados en otra parte 7,2 3,6 3,5
Causas externas de mortalidad 43,6 30,4 13,1
Accidentes de tráfico de vehículos a motor 11,5 9 2,4
Otros accidentes de transporte 1 0,9 0,1
Caídas accidentales 4,5 2,6 1,9
Ahogamiento, sumersión y sofocación accidental 6,3 3,5 2,8
Accidentes por fuego, humo y sustancias calientes 0,5 0,4 0,1
Envenenamiento accidental por psicofármacos y drogas 1,5 1,2 0,3
Otros envenenamientos accidentales 0,6 0,4 0,1
Otros accidentes 5,7 3,8 1,9
Suicidio y lesiones auto infligidas 8,7 6,6 2,1
Agresiones (homicidios) 1 0,7 0,2
Eventos de intención no determinada 0,2 0,1 0
Complicaciones de la atención médica y quirúrgica 1,3 0,6 0,6
Otras causas externas y sus efectos tardíos 0,1 0 0

Fuente: Dorrio, 2013

Haciendo una revisión bibliográfica sobre la autopsia psicológica, no se ha encontrado que en la práctica de la psicología jurídica española se refleje la presencia de instrumentos que permitan conocer las causas, medios y efectos que rodean a los casos de muertes dudosas, en las cuales se desconoce la causa y circunstancia de la muerte. Esto se debe a la falta de especialización a nivel teórico y metodológico del psicólogo en este área, la falta de instrumentos validados en el contexto español que permitan esclarecer de manera confiable los casos de muerte dudosa y la escasa existencia de escritos en nuestro país que definan y expliquen dicho procedimientos.

En esta técnica, el estudio de las muertes equívocas exige un alto nivel científico, por tal motivo, tenerla a nuestra disposición posibilita un avance importante en el aumento de la calidad científico-técnica y la profesionalidad de la investigación criminal (López, 2015).

Por el mero hecho de que es imposible estudiar al hombre desde una sola perspectiva, para implementar una autopsia psicológica sería conveniente poder trabajar en el seno de un grupo interdisciplinar de expertos que aportasen sus conocimientos para conseguir un mejor análisis de las condiciones, relaciones, comportamientos y situaciones de un ser humano muerto en condiciones dudosas.

Para la reconstrucción de la muerte se precisa la reconstrucción, tanto de los lugares donde fue hallado el cadáver, como de donde estuvo la víctima en los momentos previos a su muerte, delimitando su ubicación exacta y las condiciones ambientales y personales presentes.

Un error frecuente en la realización de las autopsias psicológicas ha sido llevarlas a cabo con demasiada posterioridad al hallazgo del cadáver, muchas veces, meses después. La autopsia psicológica debe comenzar con el examen de la escena de la muerte, aunque luego las entrevistas a realizar se tengan que demorar lo necesario para dar tiempo a los entrevistados a canalizar sus procesos de duelo.

Dado que la autopsia psicológica se enmarca en un contexto trágico, como lo es el indagar en la vida y la muerte de una persona, por medio de sus seres queridos y cercanos, con el riesgo que supone reabrir heridas, el procedimiento debe ser conducido considerando y comprendiendo siempre la posición de las familias.

Las entrevistas deben ser sensibles y amables, actuando con cautela, sin juzgar o inducir culpabilidades y evitando agotar al informador, procurando, en lo posible, no incrementar el duelo familiar.

Sería recomendable que este tipo de procedimiento fuese siempre conducido por especialistas en salud mental, velando por que nunca sea puesto en marcha si se advierte que algún aspecto de ella pueda resultar desfavorable para los entrevistados.   

 

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