Hoy tenemos una entrada muy especial. Os presentamos a la primera socia que se ha animado a escribir para la web. Su nombre es Helena García Amo y es Criminóloga por la Universitat de Girona, colegida en el Col·legi de Criminòlegs de Catalunya y estudiante de Derecho por la UOC. En esta ocasión nos habla de una posible rama de la criminología en la que seguramente pocos hayáis pensado. ¿Está la criminología unida al deporte? Esta es una de las preguntas que Helena tratará de contestarnos en su exposición. No olvidéis que este artículo viene acompañado de otra sorpresa, tenéis a vuestra disposición un directo de Instagram en el que hablamos con la propia Helena para que nos cuente un poco más. Empecemos. 

¿Criminología del deporte? Breve introducción

Por Helena García Amo
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  1. Introducción

Puede sonar raro, incluso contraintuitivo, pero existe un nexo entre la Criminología – ciencia multidisciplinar que intenta comprender la desviación social, la delincuencia y el delito en todos sus aspectos – y el deporte – entendido como el fenómeno sociocultural y de masas que envuelve la práctica de actividad físico-deportiva. Y la rama de la criminología que atiende a este nexo se llama “Criminología del deporte”. En las próximas líneas se intentará explicar qué es la Criminología del Deporte y poner algunos ejemplos de ámbitos en los que cabría aplicarla, para, finalmente, exponer unas conclusiones y analizar si cabe una inserción laboral para quien elija profundizar en esta sub-disciplina criminológica.

¿Qué es la Criminología del Deporte y cómo se desarrolla? Sencillo: a través de la aplicación de las teorías criminológicas, y demás herramientas de la ciencia criminológica, al estudio del fenómeno deportivo y la desviación social, la violencia y el delito que se producen en su seno o a su amparo. ¿Cómo se establece esta conexión entre Criminología y deporte, y de qué tipología es? Bien, en aras de ceñirnos a una exposición breve pero clara, veamos varios ejemplos para ilustrar cuál es la relación entre los binomios deporte-derecho, deporte-violencia, deporte-delito, y, deporte-política.

  1. El deporte y el Derecho: desde la normativización hasta el deporte como Derecho Fundamental

El deporte, como fenómeno social, está normativizado a nivel regulatorio deportivo, de derecho administrativo, social, laboral, penal… y, como un derecho en sí mismo. Y, como todo fenómeno social, que esté regulado y normativizado, implica que se pueda estudiar desde el prisma de la Criminología. En este apartado nos centraremos en revisar cómo se intenta configurar la actividad física y el deporte como un derecho, y desde organismos internacionales como un Derecho Fundamental, y cómo puede un enfoque criminológico colaborar al desarrollo de esta visión. Tanto las Naciones Unidas, como la Unión Europea y el Consejo de Europa, por un lado, y el Comité Olímpico Internacional, por otro, han intentado establecer la actividad física y el deporte como un Derecho Fundamental.

Gracias a los beneficios que genera en la salud, las oportunidades de desarrollo humano y social que proporciona, y todos los intereses que genera, la actividad físico-deportiva es una potente herramienta de inclusión, inserción e intervención social. Y, por ello, se ha intentado universalizar. Para realizar esta tarea de universalización, se han llevado a cabo políticas públicas y se ha establecido normativa para hacer del deporte un ámbito seguro, atractivo, accesible e igualitario. Teniendo en cuenta las características de los derechos fundamentales (inalienables, universales, irrenunciables), tenemos que considerar qué condiciones y circunstancias podrían llevar a considerar al deporte y a la actividad física como un derecho (humano) fundamental. Y surgen dudas- Porqué, ¿puede ser un nexo de unión, o lo es de disenso? ¿La politización del deporte y de los deportistas es positiva o negativa para entidades, deportistas y otros agentes sociales interesados? ¿La misma naturaleza de la actividad deportiva no es discriminadora y segregadora? ¿No se vulneran derechos humanos en la práctica de deporte? ¿No somos testigos de violencia – de todo tipo y a diversos niveles– en el deporte? En este caso, un enfoque criminológico podría ayudarnos a comprender el fenómeno deportivo, y los riesgos que existen en la participación del deporte o en eventos deportivos, y llegar a aportar conocimiento y apoyo para la fundamentación de un Derecho Fundamental al Deporte, que respete los derechos humanos de todas las personas involucradas.

  1. Deporte y violencia: dos fenómenos sociales y una doble vertiente

Otro análisis interesante es el que une al deporte y a la violencia. ¿Cuántas ocasiones hemos podido ver en los noticiarios grupos de aficionados al deporte de masas enfrentándose entre ellos? ¿En cuántos eventos no se han dado insultos, agresiones o tratos despectivos o violentos hacia espectadores o deportistas? Aquí es donde entrarían las teorías criminológicas, para ayudarnos a comprender y a intervenir en sujetos y eventos que traigan la violencia al deporte. ¿Quién y cuándo es más posible que lleve a cabo actos violentos en el marco de la práctica de deporte institucionalizada? ¿Cómo influye el contexto en la aparición de violencia en el deporte? ¿Tenemos más tolerancia a la violencia en el deporte que si aparece en otros ámbitos sociales? ¿Se trata de algo cultural-social o es una desviación del comportamiento adaptado? ¿Cuáles son los valores y las características de las subculturas deportivas? Son ejemplos de preguntas que podrían intentar abordarse empleando un enfoque criminológico del deporte y de la actividad deportiva.

No es menos interesante el comprender, también, por qué algunos tipos de eventos y prácticas deportivas que son de carácter intrínsecamente violento, resultan de tanto atractivo para el público: el reciente auge de las artes marciales mixtas sería un ejemplo, como lo sería también la práctica de actividades – en algunos lugares prohibidas – de peleas entre animales que se consideran también una actividad lúdico-deportiva por quienes las llevan a cabo. Y la criminología podría aportarnos las herramientas teóricas y prácticas para un acercamiento multidisciplinar al conocimiento en esta materia: valores, códigos de conducta, comportamientos permitidos o no, cultura deportiva, implantación social de la disciplina o del evento deportivo, etc…

Y tampoco hay que olvidar la vertiente positiva de este binomio “deporte-violencia”: cuando se aprovecha la práctica de actividad físico-deportiva para promover conductas cívicas o prevenir la desviación social, o para incidir sobre la desigualdad. Existen iniciativas de carácter nacional e internacional que persiguen aprovechar la capacidad social y socializadora del deporte como herramienta para crear y fortalecer lazos sociales en comunidades que presentan algún tipo de riesgo – exclusión, violencia, marginalidad, desviación social. Y es que al tener un aspecto emocional y vivencial tan transcendente, el deporte puede ser un método viable, accesible y apropiado para afianzar otras intervenciones sociales.

  1. De la norma al delito: delincuencia en el deporte

El binomio que une al deporte y al delito puede verse tanto en la legislación deportiva (Ley 10/ 1990 de 15 de octubre, del Deporte) como en el Derecho Penal, y también el Derecho Administrativo. Existen delitos contra la salud (delito de dopaje), contra la integridad de la competición (amaño de partidos, apuesta sobre eventos deportivos en los que se participa), delitos contra la seguridad e integridad físicas (violencia en las gradas, peleas y agresiones, batallas campales), entre otros. ¿Por qué se persiguen estas conductas? ¿Qué efecto ha tenido esta persecución en el fenómeno deportivo? ¿Cuál ha sido el resultado de estas políticas públicas y políticas criminales sobre estas clases de delincuencia? Como se puede ver, la reflexión criminológica podría ayudar a afinar tanto la detección de esta clase de conductas y a intervenir de un modo más eficaz para prevenirlas – o intentar minimizar su repetición.

  1. Política del deporte y el deporte y la política: deportistas, movimientos sociales y políticas públicas

Finalmente, deberíamos analizar el último de los binomios mencionados: deporte y política; ya que, en los últimos tiempos, se han producido controversias alrededor de cómo afecta la situación política y social al deporte. La llegada al público de información, encuadrada y enfocada desde un prisma sesgado, con intereses partidistas se ha implantado en el deporte, llevando a varios deportistas de renombre a verse involucrados en controversias debido a sus manifestaciones. Algunos ejemplos que pueden venir a la mente son los deportistas arrodillados en protesta ante el racismo, las prohibiciones existentes en diversas regulaciones deportivas de realizar manifestaciones políticas o portar símbolos con connotaciones políticas en sus eventos, o la realización de declaraciones con marcado carácter político por parte de algunos deportistas (futbolistas como Megan Rapinoe o Gerard Piqué, los tenistas británicos durante el Referéndum para el Brexit, pilotos de F1 como Hamilton, por ejemplo). O también el movimiento social Black Lives Matter, y como ha afectado al desarrollo de algunas competiciones deportivas, y a algunos deportistas: hay deportistas que han perdido el trabajo o espónsores por hacer reivindicaciones de carácter político, generando problemas sociales. Aquí la criminología nos permitiría analizar las políticas públicas que regulan estas conductas, así como sus efectos explícitos e implícitos. También nos permitiría comprender el contexto y el enfoque de la generación de la controversia, dando una visión de conjunto del fenómeno de la politización del deporte. Y nos permitiría comprender por qué la politización del deporte tiene efectos sobre la sociedad, los individuos… y el propio sistema en el que suceden las reivindicaciones – el deportivo y el de la sociedad o del Estado.

  1. Conclusiones

Como hemos podido ver a lo largo de esta – no demasiado – breve exposición, el análisis que la Criminología del Deporte nos ofrece sobre el fenómeno deportivo es multidimensional y polifacético. Aborda desde los aspectos normativos hasta los políticos, pasando por asuntos relativos al sistema deportivo y al sistema jurídico en relación con el deporte y la desviación o criminalidad que se puedan producir durante su práctica o en eventos deportivos. Aunque, no debemos olvidar, también existe una vertiente positiva en la relación entre criminología y deporte: se puede estudiar la aplicación de intervenciones sociales o comunitarias con la práctica de alguna disciplina deportiva como eje central, y hallar aquellos elementos que hacen de ellas una herramienta efectiva o no para lograr los objetivos marcados.

Por otro lado, cabe reseñar también, que la Criminología del Deporte, y los criminólogos que pudieran interesarse por ella y desarrollarla, puede ser una fuente de opciones laborales: administraciones locales y regionales, y entidades deportivas, están sacando puestos de trabajo para los que se cumplirían los requisitos (Compliance Officer, la figura introducida en la Comunidad de Madrid para intentar canalizar la violencia en los deportes, Encargados de Seguridad).

Así, pues, se trata de una rama de la Criminología, en ciernes, que permite un acercamiento al fenómeno deportivo desde el prisma criminológico, y que podría llegar a tener salidas laborales.

 

Muchas gracias por leernos, ¡juntxs somos más fuertes!

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